viernes, 5 de junio de 2009

Cancion ligera

Me quedas tú, y me donas tu alegría
con el dolor, y tu miel deleitable
con el acerbo aloe.
Me quedas tú, y la luz que tu alma cría
dentro la tenebrura inenarrable
de mi yo solitario:
Siempre loe tu don ilusionario.
Me quedas tú, y el claro sortilegio

de tus ojos rïentes: con su hechizo
mi soledad se puebla.
Me quedas tú, y tu risa, cuyo arpegio

me embriaga, y tu tesoro de oro cobrizo
solaz del alma sola:
La gris niebla

tu regalo aureola.
Me quedas tú, y el filtro que tu ardida

boca frutal, sombreada, en mis febriles
resecos labios vierte.
Me quedas tú, la ingenua enardecida,

me quedas tú, la experta, de sutiles
tácticas retrecheras:
Vida. Muerte.

Lo que quieras.

1 comentario:

  1. Este poema es muy bonito pues el esta hablando de la unica cosa que le queda. esta hablando de que esa persona le dona cosas le da cosas y tambien le recuerda cosas. Las cosas que le quedan de esa persona.
    Es muy lindo el poema!

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